Cinco claves para desarrollar con API REST

Cinco claves para desarrollar con API REST
Cinco claves para desarrollar con API REST

BBVA API Market

Aunque el concepto fue acuñado hace ya más de 15 años, en los últimos tiempos es cuando las API REST han llegado a estar entre las más utilizadas, hasta el punto de ser consideradas como la opción de moda. Lo cierto es que esta arquitectura de software ofrece no pocas ventajas respecto a otras alternativas. Estas son las claves de las API Rest que muestran (con ejemplos) por qué su éxito es mucho más que una tendencia pasajera:

1. Es stateless

Una de las principales características de una API REST es que el servicio no tiene estado (stateless), lo que implica que cada vez que se recurra a él será necesario recordarle nuestros datos, ya sean credenciales de usuario o cualquier otro tipo de información. Lo que por una parte podría parecer una desventaja, al implicar la tediosa tarea de repetir datos, es en realidad una de sus fortalezas: al no memorizarlos, permite una mayor escalabilidad. No harán falta servidores tan potentes, capaces de almacenar todos los estados de sus clientes.

Este factor es especialmente relevante para cualquier API bancaria, como por ejemplo las de BBVA. Si el fintech aspira a atraer a todos los clientes de instituciones bancarias y lograr que los desarrolladores introduzcan en sus aplicaciones herramientas financieras, la escalabilidad de sus API es primordial.

2. Soporta JSON y XML

Desarrolladores hay para todos los gustos, y una API debe aspirar a adaptarse a todos ellos. Así, otra de las ventajas de las REST reside en que satisfacen tanto las expectativas de aquellos que usan el lenguaje JSON como las de aquellos otros que confían en XML.

Si gigantes como Microsoft, Google o WordPress apuestan por esta arquitectura de software en muchas de sus herramientas es, entre otras cosas, porque así se aseguran de no dejar de lado a ningún desarrollador. Todos tienen cabida en el mundo API REST.

3. Es más simple que SOAP

Frente a la arquitectura REST, los desarrolladores se encuentran con el estándar SOAP, otra posibilidad a la hora de escribir una API. La principal ventaja de la primera sobre la segunda es que su implementación resulta mucho más sencilla. Un claro ejemplo lo vemos en el catálogo de las API que ofrece Salesforce: cuenta con herramientas con ambas arquitecturas, pero aclara que con REST se accede a servicios “de gran alcance, convenientes y más simples para interactuar con Salesforce”.

4. Tiene documentación

Cada cambio en la arquitectura de la API REST debe ser recogido en la documentación para que cualquier desarrollador que recurra a ella sepa a qué atenerse, lo que ya supone otra ventaja más respecto a otros estándares que, aunque pueden estar ligeramente explicados, como sucede en el caso de la API SOAP de PayPal, no suelen aportar tanto detalle.

La documentación obliga, eso sí, a los creadores de la API a mantener totalmente actualizada esa información, lo que en ocasiones puede ser engorroso. Por suerte, hay herramientas como Swagger que permiten sincronizar dichas actualizaciones para que se produzcan automáticamente al cambiar cualquier detalle de la API.

5. Sus mensajes de error

A la hora de equivocarse trabajando con una API, cualquier desarrollador agradecerá saber cuál fue su fallo. De ahí que la posibilidad que ofrece la arquitectura REST de incluir mensajes de error dando alguna pista también sea relevante. Volviendo a Microsoft, los servicios que ofrece la compañía fundada por Bill Gates a través de Azure, su herramienta para la nube, cuentan con un listado claro de posibles mensajes de error que, a buen seguro, habrán sido útiles en más de una ocasión.

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