Pasos para crear la arquitectura de una API

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Pasos para crear la arquitectura de una API
Pasos para crear la arquitectura de una API

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Antes de generar la estructura de una API, es necesario definir los objetivos empresariales y los retos técnicos que implica la creación de esta tecnología. Los administradores del programa tienen que comunicar los objetivos clave de una API para que los arquitectos puedan desarrollar la interfaz.

Una vez que se haya completado ese paso, es hora de decidir si lo que necesitamos es una arquitectura orientada a servicios –SOA– o una API orientada a web. La primera se centra en facilitar las integraciones internas y de servidor a servidor, mientras que la API web tiene el objetivo de acelerar la creación de aplicaciones móviles y web. La mayoría de los proyectos que se están generando apuestan por el desarrollo de una API.

El siguiente movimiento es decidir el diseño de la tecnología, que tiene que fundamentarse en qué asociará la API, es decir, qué habrá a ambos lados de la interfaz. En este punto también es necesario decidir si queremos una API pública o privada. Las privadas ayudan al personal interno a desarrollar aplicaciones con los recursos de la empresa. Mientras, las públicas permiten que desarrolladores terceros accedan a sus APIs, y así poder generar una gran base de usuarios.

Una de las decisiones más importantes del diseño de una API es decidir el estilo que queremos, los más comunes son los que pertenecen a estas categorías:

– Servicio web: estrategia basada en operaciones que utiliza lenguajes de descripción de servicios web (WSDL) para describir interfaces.

– REST pragmática: estrategia que se centra en la web para diseñar las diferentes interfaces de integración.

– Hipermedios: estrategia cuyo objetivo es ofrecer una alternativa sostenible a la REST pragmática.

– Impulsado por eventos: con la llegada del HTML5 e IoT, se ha hecho necesario la generación de una alternativa que permita a las aplicaciones utilizar WebSocket y otras opciones de HTTP.

A partir de los diseños que se acaban de mencionar, se debe crear el marco arquitectónico, que es el que habilita la funcionalidad exclusiva de la API. En esta fase, hay una serie de componentes arquitectónicos que se deben implementar en la infraestructura de la API principal.

Para que el resultado sea óptimo estos componentes se tienen que organizar en estas capas:

– Capa de seguridad: las APIs, a parte de aportar ventajas a las empresas, también pueden convertirse en una amenaza para la seguridad. Por eso, es imprescindible implementar una capa de seguridad sólida y específica en la periferia de la arquitectura de la API.

– Capa de almacenamiento caché: permite entregar respuestas en caché para las solicitudes habituales. De esta forma se disminuye la presión situada en las implementaciones y los recursos de administración reales.

– Capa de representación: la presentación debe ser lo más sencilla posible para los desarrolladores, para que así se centren en desarrollar un acceso acogedor a sus APIs.

– Capa de organización: para que las APIs sean capaces de entregar un verdadero valor, es necesario combinar datos de varias APIs y diversos recursos administrativos. Para poder realizar estas composiciones se tiene que implementar una capa de organización junto a las interfaces.

El tráfico de los datos pasa a través de cada una de las capas descritas.

Fuentes: IBM y Ca Technologies

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