Emprendedores del desarrollo, los wearables son un negocio en salud, deporte y gaming

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Emprendedores del desarrollo, los wearables son un negocio en salud, deporte y gaming
Emprendedores del desarrollo, los wearables son un negocio en salud, deporte y gaming

BBVA API Market

Big Data, Internet de las Cosas y wearables. Esos son los tres campos de la tecnología presente y futura que parecen acaparar los planes de inversión. En el caso de los dispositivos ‘vestibles’ o ‘portables’, las previsiones son de un volumen de negocio que rondaría los 19.000 millones de dólares en 2018, fundamentalmente en tres sectores: la e-salud, el deporte y el gaming. La mayoría de los prototipos se están desarrollando para mejorar la vida sana o divertirnos con sensaciones distintas.

Grandes marcas como Google, Apple, Samsung o Microsoft han aprovechado las posibilidades enormes del sector de la salud y se han implicado en la creación de dispositivos que controlen y mejoren el bienestar de las personas. Y en muchas ocasiones lo están haciendo de la mano de los desarrolladores, que también entienden que los wearables son una oportunidad de desarrollo empresarial.

e-salud y deporte, tablero de ajedrez de las tecnológicas

Google lanzó a finales de octubre Google Fit, una aplicación que permite registrar todos los valores del cuerpo durante la actividad del día a día. El usuario tiene la posibilidad de crear su propio perfil, planes personalizados para controlar y bajar su peso y todo en una interfaz muy sencilla y dinámica. Además, Google Fit genera gráficas para entender más rápido todos esos datos.

Lo más interesante de este servicio es que es una plataforma abierta. El gigante de las búsquedas permite a los desarrolladores crear aplicaciones y dispositivos a partir de las APIs de la plataforma. De hecho, Google ya ha anunciado la Google Fit Developer Challenge, un evento dedicado al servicio que se celebrará en febrero de 2015, en el que reta a los programadores a crear aplicaciones que usen la tecnología de Google Fit y que puedan ser lanzadas posteriormente en la app store Google Play.

Apple tiene una propuesta similar a Google Fit, llamada HealthKit, una aplicación que mide y controla la salud general del cuerpo. La idea es que los usuarios del último sistema operativo de Apple puedan controlar sus progresos al hacer deporte y usen la nube (iCloud) para almacenar sus datos médicos. Al igual que Google Fit, este servicio cuenta con un gran aporte gráfico para entender las cifras. Fue una de las apuestas importantes de la compañía para el lanzamiento de sus últimos dispositivos móviles, el iPhone 6 y el iPhone 6 Plus.

El poderío de Samsung

Samsung, que se ha convertido en uno de los ‘jugadores’ más importantes del mundo en relojes y pulseras médicas inteligentes, dispone de una plataforma de e-salud abierta conocida como Digital Health Initiative. Al igual que Google Fit, este servicio es una plataforma abierta, con la que Samsung quiere que los desarrolladores del mundo le ayuden a crear tecnología que permita medir y almacenar datos sobre la salud de los usuarios de una forma más precisa y robusta.

Dentro de ese esfuerzo, Samsung desarrolló Simband, la pulsera inteligente de recopilación de datos médicos, y S.A.M.I. (Samsung Architecture Multimoddal Interactions), que permitirá a los desarrolladores acceder a las APIs de datos abiertos proporcionados por los dispositivos wearables basados en Simband y mejorarlos, crear otros nuevos y desarrollar aplicaciones que aumenten sus posibilidades.

 

Personal Stories from Samsung on Vimeo.

Microsoft quiere subirse al mismo tren que Samsung

El cuarto gran exponente en el desarrollo de dispositivos y plataformas para el sector de la salud es Microsoft. La compañía de Redmond también dispone de su propia pulsera inteligente, Microsoft Band, y su propio servicio en la nube para que los usuarios puedan almacenar sus datos sobre su salud, Microsoft Health.

En ese servicio se pueden descargar los datos recogidos por la pulsera de Microsoft, pero también por otros dispositivos wearables que estemos usando. Y además, Microsoft Health también funciona como una plataforma en la que otras compañías del sector de la e-salud puedan volcar sus datos y usarla como almacenamiento en línea, como por ejemplo desarrolladores de otros wearables o aplicaciones y empresas dedicadas a la salud o el fitness como Runkeeper, MyFitnessPal, Gold’s Gym y próximamente MapmyFitness.

¡Tengo miedo por mis datos!

Lógicamente, la preocupación más importante con respecto a los wearables que almacenan datos médicos es la privacidad. Tener un dispositivo que te ayuda a llevar una vida sana y animarte a hacer deporte es genial, que esos datos se usen de una forma indiscreta no lo es tanto. No sólo es una preocupación de los usuarios, también lo es de las autoridades. Una información reciente de la agencia Reuters desveló cómo la Comisión Federal de Comercio de EEUU (FTC) se reunió con representantes de Apple para investigar el destino final de los datos acumulados por la aplicación HealthKit y por el uso que podrían hacer terceras personas con esa información.

Un estudio reciente de la FTC de EEUU, según Reuters, descubrió cómo los desarrolladores de 12 aplicaciones dedicadas a la salud y el fitness accedieron a datos médicos privados de usuarios para vendérselos a anunciantes interesados en sus perfiles. Según esta información, Apple estaría formando un equipo de expertos ajeno a la compañía para analizar la protección de estos datos en HealthKit.   

Los wearables para el gaming, más futuro que presente

La industria del entretenimiento, y especialmente la de los videojuegos, siempre se ha caracterizado por ser una de las avanzadillas de la innovación tecnológica. Para el sector, sobre todo para las grandes firmas, los wearables pueden ser una oportunidad magnífica de elevar el nivel: romper definitivamente la barrera física, con videojuegos que combinen las sensaciones del mundo real y el virtual, pero mucho más alla de la pantalla táctil. Jugadores reales experimentando sensaciones que procedan de lo que sucede en el videojuego gracias a los sensores de los wearables.

En esa línea de trabajo, los mejores aliados son los dispositivos de realidad virtual. Sony, uno de los gigantes del entretenimiento y los videojuegos, anunció en marzo su Proyecto Morpheus, un prototipo de casco de realidad virtual para su PlayStation 4 que aún está en desarrollo. El objetivo de la compañía japonesa es aumentar la sensación de presencia, hacer que los jugadores se sientan “dentro del juego y sus emociones sean mucho más reales”. En ese gran negocio también está el gigante Facebook, después de la compra por 2.000 millones de dólares de Oculus VR, la empresa de realidad 3D que cuenta con el casco más prometedor, Oculus Rift. El prototipo puede empezar a comercializarse en 2015 y, según todos los expertos, puede ser el punto de arranque de una nueva forma de jugar… y vivir.

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